“ADOPTADOS COMO HIJOS DE DIOS”

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos
de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es” 1º. Juan 3:1-2.

Introducción

*Carta escrita por el apóstol Juan que tiene todas las características
gramaticales, de estilo y línea de los otros libros escritos por el apóstol
conocido como “el discípulo amado”. Lo que sí se desconoce es el/los
destinatarios, ya que no hay saludos, ni mención de personas, lugares ni
acontecimientos en el texto. El tema central de la carta es poner al
descubierto y refutar las herejías de los falsos maestros y que los creyentes
verdaderos sepan concienzudamente que son salvos, que tienen vida eterna
y que deben vivir en santidad y justicia.
*Esta carta fue escrita alrededor del año 85-95 d.c. muchos pensaban que
acompañaba al evangelio de Juan al ser entregada a sus destinatarios. Los
teólogos cristianos dicen que posee una cristología fina y profunda,
centrándose en la doctrina de la encarnación (Juan 1:14, Colosenses 2:9,
1º. Timoteo 3:16) y en la muerte redentora de Cristo Jesús vertiendo su
preciosa sangre en la cruz (Juan 1:29, Efesios 1:7, 1º. Juan 1:7,
Apocalipsis 1:5, Apocalipsis 12:11). Tiene muchas similitudes en su
lenguaje y estructura con el cuarto evangelio
Presentación

*Aquí Juan hace hincapié a la bienaventuranza de los creyentes de ser
llamados hijos de Dios por amor del Padre, los creyentes deben valorar esta
bendición de convertirse en hijos de Dios. Juan asegura que ahora y no
antes, somos de hijos de Dios, pero esto solo es el inicio de lo que Dios
hará con cada uno de nosotros cuando el Señor se manifieste en su gloriosa
venida, la biblia versión moderna lee; “Miren qué amor tan singular nos ha
tenido el Padre; que no solo nos llamamos hijos de Dios, sino que lo
somos. Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Amados, a pesar de que ya somos hijos de Dios, no se ha manifestado
todavía lo que seremos; pero sabemos que cuando el aparezca en su
gloria, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”.
*Es importante recalcar que nadie nace hijo de Dios, la doctrina de la
paternidad universal de Dios, tan promovida por los teólogos católicos no
es bíblica. La biblia señala que el hombre viviendo en su pecado y de
espaldas a Dios es hijo del diablo, hijo de ira e hijo de desobediencia
(Mateo 13:38, Juan 8:44, Hechos 13:10, Efesios 2:3, 1º. Juan 3:8). Para

convertirnos en “hijos de Dios” debemos recibir a Cristo en nuestro
corazón, es su obra en la cruz la que nos hace hijos de Dios, por la fe en el
creyente recibe la potestad de ser hecho hijo de Dios Juan 1:11-13,
Gálatas 3:26, 1º. Juan 3:1.

Aplicación

*Dios tiene un solo Hijo a quien se le conoce como el unigénito Hijo del
Padre; Jesucristo el Señor Juan 1:18, Juan 3:16, Hebreos 1:5, 1º. Juan
4:9, toda persona puede llegar a ser hijo de Dios si pone su fe en Jesús, el le
otorga un poder, un documento, una autoridad para tal efecto. Nosotros
recibimos el derecho de ser hijos de Dios al ser adoptados por Dios; “Y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestro corazones el Espíritu de su Hijo, el
cual clama: ¡Abba, Padre!” Gálatas 4:6. Abba es un palabra hebrea que
Jesús usaba para referirse a su Padre celestial significa; “Padre, Papa o
Papito”. El espíritu Santo al entrar en nosotros nos hace ser adoptados por
el Padre y clamar en nuestro interior; ¡Abba Padre! (Romanos 8:15,
Efesios 1:5, Gálatas 4:5).
*Dios entonces es nuestro Padre celestial, Jesucristo es el hijo unigénito y
el hermano mayor y nosotros los hijos de Dios adoptados. Herederos de
Dios y coherederos con Cristo como dice Gálatas 3:29, Gálatas 4:7, Tito
3:7, Hebreos 1:14. La biblia afirma que los hijos de Dios tienen derechos y
obligaciones, que Dios no tiene nietos ni sobrinos, sino hijos. Que estos
hijos son guiados por el Espíritu Santo (Romanos 8:14), que estos hijos se
deben comportar como tales (Efesios 5:8), que estos hijos manifiestan el
amor del Padre (1º. Juan 3:10), que estos hijos son disciplinados por el
Padre (Hebreos 12:6-11), que estos hijos se deben parecer a su Padre
(Efesios 5:1), que estos hijos deben ser gente pacífica (Mateo 5:9) que
estos hijos son capaces de amar a sus enemigos y orar por ellos (Mateo
5:44-45).
*El termino adopción según el concepto secular es; “acto jurídico
mediante el cual se crea un vinculo de parentesco entre dos personas, de
forma tal que establece entre ellas relaciones análogas o muy similares a
las que existen entre padres e hijos legítimos. Prohijar”. La palabra
adoptar bíblicamente lee en el griego JUIOTHESIS; significa “lugar y
condición de un hijo dado a alguien a quien no le pertenece de forma
natural” palabra que utiliza solo el apóstol Pablo. Se deben distinguir dos
términos en el griego uno es del “niño” y otro el de “hijo”, los creyentes
son engendrados como “niños” por el Espíritu Santo mediante la fe. En el
caso de la adopción se usa el término “hijo” que indica la dignidad de los
creyentes y su posición como tales. En Romanos 8:23 se expone la
adopción del creyente como todavía futura, ya que allí también incluye la
adopción del cuerpo.

Culminación

*Si ser un hijo de Dios es algo extraordinario, sin par, incomparable, un
honor único y una manifestación de la divina gracia del Dios de amor,
imaginémonos lo que será cuando el Señor venga y se manifieste lo que
seremos totalmente en un cuerpo de gloria y tengamos la bienaventuranza
de entrar al cielo y la bendición extraordinaria de ver cara a cara a nuestro
glorioso redentor Jesucristo como dice la biblia Vulgata Latina;
“Carísimos, nosotros somos ya ahora hijos de Dios, mas lo que seremos
algún día no aparece aun. Sabemos, sí, que cuando se manifestare
claramente Jesucristo seremos semejantes a él en la gloria, porque le
veremos como él es”. Amén Señor.