No olvidemos algo importante en relación a la existencia de Israel. Dios ha preservado la vida misma de un pueblo, al que ha prometido preservar hasta el fin de los tiempos; “Y aun con todo esto, estando ellos en tierra de sus enemigos, yo no los desecharé, ni los abominaré para consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo Jehová soy su Dios. Antes me acordaré de ellos por el pacto antiguo, cuando los saqué de la tierra de Egipto a los ojos de las naciones, para ser su Dios. Yo Jehová” Levítico 26:44-45.
“Por tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque les he arrojado lejos entre las naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen. Di, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, y os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos, y os daré la tierra de Israel”. Ezequiel 11:16-17.
Los árabes, Egipto, Siria, y otras naciones no son más que los instrumentos que Dios está tomando para que Israel se arrepienta de haber rechazado al Mesías prometido. Los destinos de Israel apuntan a un final feliz para la nación, pero ese final será después de la gran tribulación. El conflicto judío-palestino nadie lo podrá solucionar, sino hasta la aparición del anticristo precisamente en los días de la tribulación, el no buscará a las grandes potencias para pactar con ellos, lo hará con Israel, firmando un pacto que luego quebrará (Isaias 28:15, Daniel 9:27 y 11:38).
Vemos los últimos acontecimientos que indudablemente son preludio de lo que vendrá; los judíos de todo el mundo regresan a su patria, lo que estaban presos por la Cortina de Hierro ya pueden regresar; “…Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte, y de todas las tierras adonde los había arrojado; y los volveré a su tierra, la cual di a sus padres” Jeremías 16:15.
“Entonces El me dijo: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel; he aquí, ellos dicen: «Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos”. Por tanto, profetiza, y diles: «Así dice el Señor DIOS: ‘He aquí, abriré vuestros sepulcros y os haré subir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel” Ezequiel 37:11-12 (Biblia de las Américas)
El idioma hebreo se está restaurando en toda la nación (En los días de Jesús los sacerdotes hacían sus rituales sólo con 7.000 palabras en hebreo), el común de los judíos hablaba el “Koiné”, el llamado griego común. La restauración de templo también es un acontecimiento predominante aunque se cree que solo se logrará en los tiempos de la gran tribulación. El Valle de Armagedón es el sitio ideal para una gran confrontación bélica, allí durante la primavera pasan un total de 1.022.084 aves de rapiña de unas 28 especies, se contaron un total de 11.000 aves de rapiña al día (Ezequiel 39:4, Apocalipsis 19:17-18).
Se está restaurando la llamada adoración en el templo, en muchas universidades de Israel se está enseñando a los estudiantes hebreos la manera de hacer sacrificios en el templo de acuerdo al modelo del libro de levítico. Se han plantado millones de árboles y se está desarrollando la agricultura en el mismo desierto del Neguev.
Se cree que en la mitad de la gran tribulación, cuando Israel deba huir al desierto debido a la persecución feroz del anticristo (Apocalipsis 12:1-6), Rusia invadiría Israel, aunque algunos piensan que la ex U.R.S.S. renunció a sus afanes expansionistas (Ezequiel 38:13, Ezequiel 38:6-15) junto a ella habría muchos aliados, Turquía, Irán, Libia y Sudán; “Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo. Prepárate y apercíbete, tú y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.
De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente. Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo” Ezequiel 38:6-9.
Las naciones de todo el mundo pelearán contra, Israel y entre ellos las naciones más representativas del mundo árabe. No olvidemos que Dios juzgará a todos aquellos que lo hayan afligido; “Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo” Zacarías 2:8 (Jeremías 30:11, Génesis 12:3).
Las persecuciones lanzadas sobre judíos constituyen una vergüenza para los países predominantemente cristianos. Cuando esté en pleno auge el ataque de los ejércitos del Anticristo contra Israel, aparecerá la señal del Hijo del Hombre en las nubes del cielo para salvar a Israel y destruir a sus enemigos
“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre” Apocalipsis 19:11-20.
Israel solo entonces, se convertirá a su único y verdadero Mesías; Jesús de Nazaret. Esta conversión será la señal de maravillosas bendiciones para el mundo, y el preludio del establecimiento del reino glorioso del Señor en los días del milenio; “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” Zacarías 12:10 (Ezequiel 36:24-27, Hechos 3:19-20)
“Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?” Romanos 11:11-15.
Pablo hace mención de la restauración y salvación definitiva de Israel diciendo: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles: y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sión el libertador, que apartará de Jacob la impiedad” Romanos 11:25-26.
La plenitud de los gentiles se refiere específicamente a todo el tiempo que los gentiles invadieron y tomaron la tierra santa y Jerusalén, que se verá colmado en los días de la aparición y del anticristo, la toma de Jerusalén por parte este (Apocalipsis 11:1-2).
Este será el tiempo en que Israel estará bajo la dominación u opresión de los gentiles es decir, los no judíos. Durante la tribulación 144.000 israelitas se convertirán a Cristo y serán las primicias del pueblo santo para Dios en ese periodo como dice Apocalipsis 7:1-8.
Este tiempo culminará con la aparición de Cristo en las nubes del cielo que se conoce como la “segunda venida en gloria” para derrotar al anticristo, su gobierno, juzgar a las naciones y establecer su gobierno sobre la tierra (Jeremías 23:5-6, Zacarías 6:13, Apocalipsis 20:4). Se da por hecho y entiendo que las naciones antisemitas que atacarán a Israel en los días finales de la tribulación, serán juzgadas y no entraran al reino justo del mesías, es decir, no serán parte de la llamada “teocracia”, por consiguiente, es claro deducir que el mundo árabe desaparecerá el futuro, excepto aquellos islámicos que rindan su vida a Jesucristo el Señor (Juan 6:37, Tito 2:11).
Por lo tanto a la luz de las sagradas escrituras para Israel habrá un futuro cercano, el cual será triste, de horror, odio y persecución, pero habrá un futuro lejano de restauración, gloria y bendición: “Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación” Romanos 10:1. Pablo explica que Dios rechazó a Israel sólo en un sentido parcial y temporal; Israel finalmente aceptará la salvación de Dios en Cristo. La iglesia cristiana de este tiempo debe pedir fervientemente al Señor que su poder, su favor, y su bendición descansen sobre ella, a tal grado que despierte celos en los Israelitas y se vuelvan al Señor.
Con todo esto que hemos leído y aprendido, el creyente tiene motivos para gozarse al ver como los planes de Dios están empezando a materializarse, y que tiene renovados motivos para orar, con fe “Por la paz de Jerusalén” (Salmo 122:6).
¡No dejes a Israel fuera de tus oraciones, recuerda que el que bendiga a Israel será bendito, pero el que lo maldice será maldito! ¿Qué pasará con Israel y Palestina? Usted sabe la respuesta. La Tierra Santa o mal llamada “Palestina”, será definitivamente para Israel. “En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un renuevo de justicia, y hará un juicio y justicia en la tierra. En aquello días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jehová, justicia nuestra” Jeremías 33:15-16.
¡Que así sea! AMÉN.