“Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo. Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios. Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer. Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo” Éxodo 18:17-21.
Época del peregrinaje (1.500 años a.C.) la nación de Israel transita por el desierto rumbo a la tierra prometida, luego del gran milagro que permitió a los judíos beber agua pura de la roca (Éxodo 17:1-7), Jetro (“excelencia”) suegro de Moisés, padre de Séfora y sacerdote de Madián, visitó al gran líder de Israel. Jetro era conocido también como Reuel (“amigo de Dios”), padre de siete hijas que eran pastoras, fue el hombre que acogió a Moisés cuando este venia huyendo de Egipto, luego le dio su hija Séfora por esposa, 40 años acogió a Moisés hasta que este volvió a Egipto para sacar a Israel de la esclavitud. Cuando Jetro supo de todo lo que Dios había hecho con Moisés y como había devastado al imperio Egipcio y fue a visitarlo y les llevó a su esposa e hijos de vuelta.
Presentación
Moisés relato a su suegro todas las obras de Dios en favor de su pueblo y Jetro reconoció a Jehová como el más grande Dios de todos los dioses (Deuteronomio 6:4, Isaías 45:5) y ofreció sacrificios y holocaustos al Eterno (vs. 10-12). Luego su suegro vio como Moisés atendía las necesidades del pueblo durante todo el día y como esta labor lo desgastaba en demasía, y le dio un excelente y sabio consejo para aliviar el trabajo del patriarca; “No está bien lo que tú haces”, sin embargo, si seguía su consejo seria bendecido; “Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo…”. Él debía preparar hombres con su visión y amor por las leyes divinas, y luego escoger a hombres de VIRTUD, hombres temerosos de Dios (el principio de la sabiduría Proverbios 9:10, Salmo 111:10), hombres de verdad y que aborrecieran la avaricia (el amor al dinero raíz de todos los males Proverbios 28:22, Mateo 6:24, 1°. Timoteo 6:10).
Aplicación
Por encima de los dones y habilidades naturales de estos hombres, Moisés debía buscar como asesores, ayudantes, colaboradores, asistentes, auxiliares etc. A hombres con virtudes, las cuales son nombradas como méritos, distinción, decencia, ética, pudor, rectitud, bondad, moralidad, honestidad, integridad, cualidad.
Virtud= del griego ARETE “todo aquello que procura una estimación preeminente para una persona o cosa, bondad, moral, renombre, excelencia,”, esta palabra es aplicada muchas veces a la persona de Jesús (Filipenses 4:8, 2°. Pedro 1:3, Apocalipsis 1:5), también se usa la palabra griega ISCUS “brillo, fortaleza, limpieza, alabanza, pureza”.
Dones= del griego CHARIS “capacidades sobrenaturales otorgadas al creyente por medio del Espíritu Santo, gracia de Dios, dadiva”, DOMA “ministro, el que tiene el don en sí mismo, dádiva”.
Según el diccionario Vila Escuain de la virtud dice; “Este término denota una excelencia moral motora que da acciones rectas y dignas, la Biblia habla de la mujer virtuosa (Proverbios 31:10), como Rut (Rut 3:11). Las virtudes cristianas son las que deben llenar la mente del cristiano y Pedro dice que la virtud es efecto de la fe en acción…”
Hoy se valora y considera más el don que la virtud, inclusive se cree que una persona que manifiesta muchos dones carismáticos es más espiritual que el resto de las personas de la congregación. Pedro dice; “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” 2°. Pedro 1:5-8.
Los dones son importantes, preciosos, especiales, llamativos y cautivantes, deben estar en actividad en la iglesia cristiana (Romanos 1:11, 11:29, Efesios 4:8, 1°. Corintios 1:7, 12:4, 1°. Timoteo 4:14, 1°. Pedro 4:10), pero ante Dios, y en honor al buen ejercicio de la obra, las virtudes les superan y son definitivamente más importantes; “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro” Proverbios 22:1 (Eclesiastés 7:1, Hechos 6:3, 1°. Corintios 12:31, Filipenses 4:8, 1°. Timoteo 3:2-7).
Palabras finales
Al escoger los líderes de una congregación para asistir al pastor y/o desarrollar un ministerio deben ser escogidos hombres que manifiesten, no solo dones y talentos (hablar lenguas, sanar enfermos, teología avanzada, hacer milagros, cantar con gracia, ser elocuente, carismático etc.), sino que escoger hombres virtuosos. Un hombre (a) virtuoso (a) es generoso, desinteresado, puntual, fiel, humilde, comprometido, amoroso, perdonador, trabajador, templado, maduro, servicial, amable, perseverante, optimista, fervoroso, hospedador. ¡Que Dios nos ayude!