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Introducción

“El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” Santiago 1:8.

“un varón doble de dos ánimo, es instable en todos sus caminos” versión Septuaginta.

 

El libro de los proverbios del nuevo testamento

La carta de Santiago es una de las epístolas más hermosas del nuevo testamento, fue escrito cerca del año 62 d.C. es un libro sencillo pero sumamente importante. Este es una epístola general ya que es dirigida a un público amplio. Su autor es un medio hermano de Jesús y dirigente de la iglesia de Jerusalén él se dirigió los creyentes que estaban viviendo en grandes aflicciones y pruebas por causa de Cristo para alentarlos a seguir firmes en la fe. Santiago es la epístola de la llamada “religión práctica”. Esta carta cubre una gran diversidad de temas relacionados que no están relacionados con la teología ni la doctrina básica, sino con la vida piadosa genuina, con le fe auténtica, sólida y activa, lo que alguien llamó “La verdad en acción”. Se le llama también “el libro de los Proverbios del Nuevo Testamento”, más de la mitad de los 108 versículos son mandamientos.

 

El hombre de doble animo

El primer capítulo aborda el tema de las pruebas de los creyentes, las cuales no deben ser motivo de desánimo ni de deserción, sino por el contrario, un fuerte incentivo para aferrarse más a Dios y poner la fe cristiana en práctica. El creyente de doble animo (otras versiones leen “indeciso, inseguro o inestable”) no es aprobado por Dios, pues no puede llegar a definir bien sus metas en la vida cristiana, ni alcanzar grandes logros en su vida espiritual, ni mucho menos hacer la voluntad de Dios como el Señor demanda en su santa palabra.

El hombre de “doble ánimo” es una persona que tiene dos formas de actuar, el texto origina griego significa literalmente “dos almas”, es un ser que ve la hora en dos relojes distintos, no está en un círculo de dominio propio (Proverbios 28:25, 2°. Timoteo 1:7), las olas de la vida lo moldean, actúa según las circunstancias y no según la fe en Dios (Hebreos 11:6, 1°. Juan 5:4), no son perseverantes en lo que piensa, deciden y hacen.

 

Bipolaridad espiritual

El trastorno bipolar= “Es una enfermedad mental que puede ser leve o bien en ocasiones grave, también conocido como la depresión maníaca, es una enfermedad mental que incluye episodios serios de la manía y la depresión. La enfermedad causa cambios drásticos de altos y bajas de temperamento, de sentirse extremadamente deprimido y sin esperanza, con períodos de temperamento normal entre los cambios”.

La biblia nos demanda y exige un ánimo sólido, un carácter firme y un temperamento equilibrado; como Moisés quien era una un líder manso pero seguro de sí mismo (Éxodo 32:19-22, Números 12:3), Elías que fue considerado uno de los profetas más decididos y firmes en sus posturas y quien precisamente fue quien criticó a Israel por su falta de decisión (1°. Reyes 18:21), como Juan el bautista que no era una caña mecida por el viento sino un hombre de carácter firme (Mateo 11:7). Las congregaciones modernas están abarrotadas de creyentes inestables, indecisos, variables, cambiantes, mudables, fluctuantes, que un día adoran a Dios, proclaman estar en victoria espiritual, se les ve, animosos y comprometidos con la obra y en breve tiempo se les ve decaídos, en derrota, sin ánimo ni compromiso con la obra.

Cierto es que los hijos de Dios podemos pasar por malos momentos y etapas de dificultad y que ello puede durar un tiempo largo, es decir vivir una prueba extensa y dolorosa (Santiago 1:2-3, Salmo 66:10-12, Hechos 14:22), o bien podemos vivir tiempos de logros, de  gloria y refrigerio en el Señor (Hechos 3:19, 4:33, 1°. Tesalonicenses 5:16, Filipenses 3:1), pero esto no nos hace cristianos bipolares; “En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él” Eclesiastés 7:14.

Un creyente bipolar es aquel que tiene abruptos cambios de ánimo, indeciso, que un día se le ve animoso y al otro día desanimado en extremo, que un día dice Si y al otro No, que pasa en forma demasiado veloz de una actitud a otra, que puede estar muy convencido de algo y luego duda de todo, no se puede confiar en él, ni delegarse grandes responsabilidades, una persona sin grandes convicciones y ante los demás poco creíble, no se puede confiar mucho en el debido a su inestabilidad; “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede” Mateo 5:13.

 

Palabras finales

Es difícil encontrar cristianos y aun líderes, que sean firmes y radicales, de un carácter estable y sólido, no cambiantes y variables, no de doble ánimo con la común enfermedad que muchos tienen; bipolaridad espiritual, sino de un solo ánimo, de una sola palabra y equilibrados en su carácter. El Señor quiere creyentes creíbles y definidos, que sean de una sola palabra, Dios nos ayude a lograr lo que dice la Biblia; “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” Romanos 12:3.

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