“Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón,
y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. Y al día siguiente madrugaron, y
ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a
comer y a beber, y se levantó a regocijarse” Éxodo 32:5-6.
Introducción
El pueblo de Israel en el desierto comete una de sus peores pecados, Moisés,
su gran líder ha subido al monte para recibir las tablas de la ley, Aarón queda
frente al pueblo y ante la aparente demora del Moisés en bajar del monte y
hacerlos avanzar, cede a la presión del pueblo; “Cuando el pueblo vio que
Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón,
y le dijeron: “Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros. En
cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no
sabemos qué le haya acontecido.” Y Aarón les respondió: “Quiten los
pendientes de oro de las orejas de sus mujeres, de sus hijos y de sus hijas, y
tráiganmelos.” Éxodo 32:1-2 versión Latinoamericana.
Aarón como guía espiritual en este incidente comprometió seriamente la
norma de Dios y complació al pueblo violando el segundo mandamiento, y
dando rienda suelta a la carnalidad y sensualidad del pueblo. Solo la
intercesión de Moisés, el gran varón del Señor, lo salvó de la gran ira del Dios
Todopoderoso.
Una falsa adoración del pueblo lo llevo al desenfreno
La creación del becerro de oro produjo una gran fiesta que aparentemente era
una forma de adoración ya que la biblia dice; “Y al día siguiente
madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se
sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse” Éxodo 32:6.
Esa adoración era falsa, carnal, contraria a Dios y a sus normas y produjo que
los frutos de la carne se hicieran manifiestos (Gálatas 5:19-21), cuando el
pueblo adoró al becerro se desenfrenó, se corrompió, se puso a comer, beber,
bailar y regocijase, inclusive otras versiones dan a entender que se desnudaron
y otras dicen “que se divirtieron” biblia Jubileo 2000, y otras que “se
levantaron a jugar”, Pablo mismo confirma esto cuando dice en 1°. Corintios
10:7 “…según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y beber, y se levantó a
jugar”.
Esta falsa adoración de un becerro sin la dirección del verdadero líder del
pueblo y fuera de la palabra de Dios, produjo todo un desenfreno de lujuria,
pasión, vicios, libertinaje y aun se cree que ellos terminaron desnudos.
Recordemos también que cuando los israelitas fornicaron con mujeres paganas
en el desierto y participaron de sus fiestas paganas, la ira de Dios cayó sobre el
pueblo y en un solo día murieron más de 23.000 israelitas (Números 23:1).
Cada vez que el pueblo de desviaba de la verdadera y santa forma de
adoración sufrían graves consecuencias.
La adoración correcta a Dios en este tiempo
Los seres humanos en verdad han adorado a Dios, el creador de todas las
cosas, desde el principio de la historia. La adoración nace con el mismo
hombre (Adán, Eva, Abel, Set, Noé, Abraham, etc.) luego se encuna la
idolatría, y se pervierte la verdadera adoración. Es en la ley mosaica que se
reguló un sistema, forma, regla, norma de adoración que se centraba en un
lugar físico y de forma determinada, Dios exige a su pueblo que lo adore.
Vivimos los tiempos de la enseñanza “de los adoradores” y de “la nueva
adoración” se enseñanza que no importa como una adore, cómo cante y qué
cante, siempre y cuando se haga para el Señor y de corazón, pero eso no es
verdad ¡gran mentira del diablo! Jesús dice en relación a la verdadera
adoración; “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que lo adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren” Juan 2:23-24. La escritura es
clara en definir la verdadera adoración que está basada en la palabra de Dios y
en la naturaleza santa de Dios (Lucas 4:8, Hebreos 1:6, Apocalipsis 4:10,
14:7, 19:4).
La falsa adoración y sus frutos
Por lo tanto cuando vemos a los modernos adoradores y toda su fanfarria,
desparpajo y mundanalidad no podemos menos que decir que esa gente está
adorando a Dios en forma incorrecta, carnal y anti bíblica por que la falsa
adoración produce precisamente eso, si los “adoradores de esta moderna
adoración” luego de ministrar a Dios siguen mundanos, carnales, vanidosos,
inmorales y cada vez con menos ropa, es porque ellos son tan falsos como la
adoración que entregan.
Hoy tenemos una extraña y extravagante manera de bendecir a Dios y exaltar
en los cultos, donde la sencillez, humildad, santidad y temor del Señor se han
reemplazado por la extravagancia, la vanidad, la frivolidad, el griterío, la
imitación a las cosas del mundo, la carnalidad, bombas de humo, luces
sicodélicas, gritos de carnalidad, saltos en la carne, movimientos sensuales, el
culto al “yo” y formas grotescas y ridículas que la biblia jamás podrá aprobar
y que por el contrario son abominable ante los ojos del Eterno y Santo Dios,
Como dijo el gran Maestro; “…porque lo que los hombres tienen por sublime,
delante de Dios es abominación” Lucas 16:15.
Palabras finales
Debemos volver a los sencillos y maravillosos cultos de alabanza a Dios bajo
los preceptos y los parámetros de la santa y eterna palabra del Señor. Adorarle
en la belleza de su firmamento y adorarle en la majestad de su poder. Dios
habita en la alabanza de su pueblo no en el bullicio de los que dicen serlo. La
abalanza debe ser como dice Pablo; “La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda
sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e
himnos y cánticos espirituales” Colosenses 3:16. Es decir la verdadera
adoración debe no solo afectar nuestro cuerpo físico y nuestra alma sino
principalmente nuestro Espíritu y debe llevar a que los adoradores no a la
carnalidad, la futilidad ni liviandad sino todo lo contrario; a la santidad, la
consagración y el compromiso, ¡Alabado sea Dios para siempre!