“No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres” Proverbios 22:28.
“Nunca cambies los antiguos límites de una propiedad, los que fueron puesto por tus antepasados” Versión Palabra de Dios para todos.
Un verso particular
Proverbios es un libro sapiencial que ocupa un lugar preeminente en el canon del antiguo testamento, lleno de una extraordinaria riqueza espiritual, un libro exquisito, singular, una millonaria herencia de sabiduría a los creyentes de todas las épocas a un pese a su antigüedad, fue escrito aproximadamente unos años 970 años a.C. dentro del contexto de la larga historia de Israel en su posesión de la tierra prometida. Tiene como tema principal en sus 31 capítulos, aplicar la sabiduría para vivir una vida recta.
Este verso en particular le da un gran consejo y exhortación al lector; ¡cuidado con traspasar ciertos límites en nuestra vida que nos podría costar muy caro! Debemos ser respetuosos de las enseñanzas, normas y los fundamentos antiguos.
El porqué de nuestras convicciones
Los linderos; “limites, parámetros, línea divisora, línea que separa unas propiedades o heredades de otras. Es el límite o límites hasta los cuales superficialmente se extiende la finca o el dominio sobre la misma”.
En el plano humano y de la fe cristiana son aquellas enseñanzas, valores y convicciones que nos son heredadas e impartidas por nuestros padres en el hogar, nuestros mayores en la sociedad, nuestros maestros en la escuela y los líderes en la iglesia (Deuteronomio 6:4-9, Salmo 11:3, Proverbios 22:6). En el ámbito espiritual tienen que ver con las grandes doctrinas que nos han sido enseñadas y los grandes valores de la fe cristiana y las normas de rectitud que se nos han ministrado, las cuales no se pueden tranzar, ni vender, ni olvidar (Salmo 11:3).
No debemos traspasar esos linderos, no podemos traicionar nuestras enseñanzas, valores y principios cristianos, pues eso sería traicionar a Dios y a nuestros grandes líderes evangélicos que nos transmitieron esta gloriosa fe; “Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre, Eunice, y estoy seguro que en ti también” 2° Timoteo 1:5. Los creyentes genuinos en Cristo Jesús, no innovan en cuanto a su fe, al contrario pagan un alto precio por creer, vivir, predicar y defender la verdad y el eterno y vigente mensaje del evangelio de Jesucristo; “Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia” Proverbios 23:23.
¿Por qué existen tantos líderes que tranzan y ceden?
Alguien me enseñó hace años atras que “un líder nace y muere con sus convicciones”, hoy nos hace falta “radicalizarnos en nuestra fe”, ser firmes en nuestras creencias, en nuestras posturas, en nuestras convicciones y si es necesario morir por la que fe que profesamos. La pregunta que muchos cristianos se hacen hoy, es ¿Por qué existen tantos líderes que tranzan y ceden?
La fama, el dinero, el orgullo desmedido, la búsqueda del poder, la pérdida de identidad cristiana y la tibieza espiritual (Mateo 6:24, 1°. Timoteo 6:10-11, 2°. Pedro 2:1-3, Judas 11, Apocalipsis 3:15-16) pueden ser las grandes razones por las cuales muchísimos líderes y grandes concilios evangélicos, han dejado de ser lo que fueron, creer lo que creyeron, vivir como vivían y predicar el evangelio de la senda antigua como lo hacían al principio (Jeremías 6:16), existen muchos pastores que sencillamente “se han modernizado”, otros han tranzado y muchos sencillamente ya apostaron de su fe original.
“El que no tranza no avanza”
El diablo, “padre de toda mentira”, hizo correr este concepto muy usado estratégicamente en la política de que “el que no avanza no tranza”, para hacer creer que la única forma de crecer, ver resultados ministeriales, alcanzar logros en la fe y ganar la simpatía del mundo, es poniendo en riesgo nuestra integridad y a la venta nuestras convicciones y principios. Dios dijo a su siervo en la antigüedad; “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos” Jeremías 15:19. Y sigue demandando lo mismo a su pueblo; “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” 2°. Corintios 6:14-18.
Tranzar= del verbo transitivo, “ceder, arreglo, negociar, vender, enredarse con otro, llegar a un acuerdo las partes luego de ceder en sus exigencias, aceptar un soborno”.
La verdad de Dios y sus grandes principios bíblicos no pueden ser tranzados por nada ni por nadie, ellos se deben mantener inalterables y vigentes, la verdad de Dios no se negocia, no se vende, no se enreda con la mentira, no cede, no acepta soborno; “Pues no somos como muchos, que medran (se enriquecen o engordan) falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo” 2°. Corintios 2:17.
Avanzar sin tranzar
La frase secular, tan manoseada y politizada, “El que no tranza no avanza”, no es bíblica, no viene del Espíritu Santo y no tiene nada que ver con las normas bíblicas y con la postura de un siervo de Dios, aunque el mundo se derrumbe ante nuestros pies y toda la gente cambie, el hombre de Dios NO TRANZA. La Biblia está llena de ejemplos de grandes hombres de Dios que no tranzaron y prefirieron el vituperio, la crítica, la persecución, la cárcel y aun la muerte antes de ceder y traspasar los linderos de Dios ¡gloria a Dios para siempre!
Abel prefirió morir antes de tranzar y negarse a dar una ofrenda mediocre (Génesis 4:4-8), Noé que prefirió la burla de sus contemporáneos antes de negarse a obedecer a Dios (Génesis 6:8, Hebreos 11:7), Moisés que rehusó los títulos egipcios y sus tesoros antes que traicionar su llamado (Éxodo 2:15, Hebreos 11:24-27), Elías prefirió el odio y la persecución del rey y de los profetas populares antes que ceder (1°. Reyes 18:21), Samuel quien nunca tranzó sus principios aun cuando era un anciano (1°. Samuel 3:23), Isaías que entregó su vida y murió aserrado antes que negar la verdad de Dios, los tres jóvenes judíos que prefirieron ir al horno de fuego antes que adorar la imagen del rey Nabucodonosor (Daniel 3:12-20), Daniel quien nunca dejó de orar aunque un decreto del rey se lo prohibía, y debió ir al foso de los leones por no dejar de orar a su Dios (Daniel 6:6-16), Juan el bautista que prefirió ir a la cárcel y morir decapitado antes que tranzar su mensaje (Mateo 14:9-11), Pablo que prefirió azotes, cárceles, odio, hambre, peligros antes que dejar su llamado (2°. Corintios 6:4-5), y nuestro Señor Jesucristo quien rehusó la oferta mas tentadora que hombre alguno pueda recibir y no cedió ante ella (Mateo 4:8-11), y luego fue a la cruz y prefirió morir por causa de la verdad (Mateo 27:26, Juan 19:16, Filipenses 2:8).
Palabras finales
El consejo divino es claro y definido, ciertamente haremos muy bien en seguir la orden que nos establece el Eterno en su santa palabra; los linderos marcan una línea y un territorio espiritual que no debemos traspasar, no importa cuán tentados nos veamos a ceder y traspasar esos los límites. Dios nos ayude a permanecer firmes en lo que creemos, y pase lo que pase y venga lo que venga, no trancemos por nada en nuestra postura y convicciones, como aconseja Pablo a los hermanos de la iglesia en Tesalónica; “…No os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra ni por carta como si nuera vuestra…” 2ª. Tesalonicenses 2:2, amén que así sea.
