“Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros” Lucas 17:20-21.
Introducción
Los fariseos preguntan a Jesús acerca de la venida del reino de Dios, un tema que siempre intereso a los judíos ¿Qué es en realidad el reino de Dios? Bueno, no es solo un lugar físico donde estaremos los creyentes sino que el reino de Dios se refiere a la esfera en que Dios reina en la que su voluntad es respetada y cumplida. No se refiere tan solo al momento en que reinaremos con Dios, sino que tiene una connotación mayor. Al reino de Dios se le conoce teológicamente como la teocracia (gobierno de Dios). Bajo la teocracia vivió la nación de Israel al comienzo de la ley. Dejando a las naciones de Babel el Señor se suscita un pueblo escogido para Él “un reino de sacerdotes” Éxodo 19:4-6. El mismo Señor es el juez, legislador, rey y salvador de Israel (Isaias 33:22, 44:6), esta teocracia se comenzó a desmoronar cuando el pueblo pidió un rey humano como tenían todas las naciones en los días de Samuel.
En el momento en que desaparece la teocracia estricta, el Señor comenzó a anunciar el restablecimiento de la teocracia de una manera mucho más gloriosa; “un día el hijo de David ocupara el trono de Israel eternamente” Lucas 1:33. Este futuro Rey de los Judíos nacería de una joven virgen en Belén (Isaías 7:14, Miqueas 5:2), sufriría y moriría para expiar los pecados de muchos, y luego de su resurrección establecería el reino universal de justicia y paz sobre la tierra, después de su glorioso reino en la tierra, El reinará por la eternidad y su reino no tendrá fin.
Presentación
Jesús fue enviado para salvar a los pecadores, pero desde un principio fue presentado como Rey (Mateo 2:1-6, Lucas 1:32-33) Juan el bautista había dicho; “el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2, Lucas 10:9) Jesús dijo; “el reino de los cielos en medio de vosotros está” Mateo 12:28. Este
reino viene en forma espiritual; este reino es ofrecido pero también rechazado en su 1ª venida por su propio pueblo. El reino de Dios queda escondido en los corazones, Cristo había partido para recibir un reino y volver Lucas 19:12. En su “ausencia” se desarrolla el periodo de la iglesia caracterizada por los “misterios del reino de los cielos”. La entrada para el reino de Dios es el nuevo nacimiento Juan 3:3. La entrada al reino de Dios en la tierra es naciendo en Cristo y la entrada al reino de los cielos es muriendo en Cristo. El señorío de Cristo debe ser realidad en la vida de los creyentes, y ellos deben usar el poder espiritual que se les ha concedido aquí en la tierra, este reino está actuando poderosamente en la esfera espiritual; “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder” 1ª. Corintios 4:20.
La iglesia predicando el reino de Dios debe estremecer el imperio del diablo, su reino invisible destruye la influencia demoniaca en la vida de los pecadores para que estos se muevan hacia Dios y vivan bajo su santa palabra. Este reino tiene un aspecto presente y otro futuro. El diablo es dios y señor de este siglo, reinará hasta el fin del mundo (Apocalipsis 19:19, Apocalipsis 20:10). Pablo describe lo que es el reino de Dios dentro de la iglesia Romanos 14:17, Colosenses 1:13.
Aplicación
Uno de los más grandes errores que se han cometido sobre este tema es el de confundir el presente periodo, etapa, con el glorioso reino venidero. Muchas denominaciones protestantes poderosas enseñan el llamado “Aquí, ahora”. Es decir según esta falsa doctrina “Ahora debemos reinar con Cristo”, esto también se conoce como “dominionismo” (libro de Pat Robertson “El reino secreto”) son muchísimos los predicadores que hoy creen, predican y defienden esta doctrina. Ellos dicen; “conquistemos los gobiernos en vez de las almas”. Ese es el llamado “evangelio social” o la “teología de la liberación”; la iglesia al servicio de los pobres, apoyando las guerrillas revolucionarias y campesinas. Slogan de la iglesia apostata dice de su rol en la tierra; “La iglesia debe redimir a los pobres de la esclavitud de los ricos”.
Actualmente la iglesia vive bajo el carácter de gracia y paciencia de Dios, no estamos todavía en la teocracia y tampoco la iglesia puede establecer el reino de Dios en este momento. En el futuro (o la 2ª etapa del reino) este será literal,
físico, presente, de juicio y poder. Hoy la iglesia no puede reinar sobre la tierra y establecer el reino ahora, ya que en este momento ella comparte con Cristo su humillación y rechazo por parte del mundo.
No es ahora una teocracia político-religiosa. No es el propósito de Dios en este tiempo redimir y reformar el mundo mediante el activismo social o político, ni menos con acciones violentas; “Jesús respondió: Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, entonces mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; mas ahora mi reino no es de aquí” Juan 18:36. No procura conquistar el poder mundial. Jesús no se alía con partidos políticos, grupos de presión social ni ningún tiempo de organización secular. No usa armas carnales y aunque los creyentes no deben estar indiferentes en cuanto a lo que Dios exige de un gobierno; justicia y paz. Ellos exhortan al estado con una palabra profética respecto de su responsabilidad moral frente a Dios. Su poder no está en lo material, lo social, lo político o lo numérico sino en la cruz de Cristo.
El reino de Dios o de los cielos se le conoce también como la teocracia o el reino justo del mesías durará mil años en la tierra (Apocalipsis 20:1-10) La Era en que Cristo después de su retorno en gloria, hará reinar la justicia y la paz sobre la tierra, allí se cumplirá en su totalidad el sueño de Nabucodonosor (Daniel 2, Salmo 72:8-11, Daniel 4:17). A Jesucristo se le ha prometido “el trono de David su padre” que jamás ha sido situado en el cielo. Los creyentes reinaremos con él sobre la tierra Apocalipsis 5:10. La capital del milenio será Jerusalén “la ciudad del gran rey”. Los discípulos reinarán con Cristo juzgando a las 12 tribus de Israel Lucas 22:28-30. Toda la tierra será llena de conocimiento de Dios, de su gloria, su paz y su justicia. Dios reinará sobre la tierra como al principio en el huerto del Edén.
Luego del milenio este reino se extiende por la eternidad después del triunfo de Jesucristo sobre sus adversarios al fin del milenio. Se establecerá el estado eterno en que Cristo entregará el reino al Dios y padre, después de haber suprimido durante su reinado y victoria final, todo el poder hostil; “Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad. Porque debe él reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la Muerte” 1ª. Corintios 15:24-26 Biblia de Jerusalén. Vienen los cielos
nuevos y la tierra nueva debemos esperar y orar por el advenimiento de ese reino; “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” Mateo 6:10 y buscarlo antes que cualquier bien material Mateo 6:33. Digamos como dijera el ladrón en la cruz; “Señor acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”.
Culminación
Hoy no están dadas las condiciones para establecer la teocracia y el reino de Dios en la tierra, ahora reina Satanás en el mundo y Cristo en la iglesia como dice 1º. Juan 5:19; “Sabemos que somos de Dios, y que el resto de la gente en el mundo está dominada por el diablo”. Una vez que ocurra el arrebatamiento de la iglesia, el mundo entre en la gran tribulación, ocurra Armagedón y el juicio a las naciones, entonces Jesús establecerá su glorioso reino en la tierra; “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” Lucas 1:32-33.
