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Introducción

“Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer
que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba
encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la
llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre
ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la
sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la
gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed
sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió y dijo:
Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su
asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás
había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día
de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios;
pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por
él” Lucas 13:10-17.
“Jesucristo libera a una mujer encorvada que estaba atada por el diablo”
En este pasaje se presenta un importante hecho; era el sagrado día de reposo
para los judíos y Jesús en ese solemne día en la sinagoga, sana y libera a una
mujer que durante 18 años tenía “un espíritu de enfermedad” que la hacía
caminar totalmente encorvada. Jesús le entregó una palabra libertadora;
“mujer eres libre de tu enfermedad” poniendo las manos sobre ella se
enderezó y “glorificaba a Dios”, la imposición de manos es un ejercicio
absolutamente bíblico; leamos Éxodo 29:10, Mateo 19:13, Hechos 6:6,
Hechos 8:18, 1ª. Timoteo 4:14. Jesús lo indico; “…Sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán” Marcos 16:18. Y los discípulos lo
practicaron; “Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las
manos y los despidieron” Hechos 13:3.
Entonces el principal de la sinagoga se enojó con Jesús porque esta sanidad y
liberación, Jesús la había hecho en “el día de reposo” y quiso dar una lección
de teología, vida espiritual y piedad (los teólogos modernos que niegan el
poder de Dios los cuales son como los líderes hebreos de aquel tiempo; ellos
no sanaban ni liberaban a nadie) Jesús entonces respondió duramente y usando
este ejemplo para los hipócritas religiosos; “¿acaso ellos en el día de reposo
no desataban su buey o su asno del pesebre y lo llevaban a beber? Como
entonces no se iba a desatar a esta mujer a quien “Satanás había atado

dieciocho años”, al oír esto sus adversarios se avergonzaban y la gente se
regocijaba”.

Realidades sobre la liberación que debemos conocer

Este pasaje bíblico de uno de los evangelios sinópticos, muestra varias
realidades básicas en la llamada “guerra espiritual” que es muy importante
señalar;
01- Algunas enfermedades físicas son resultado directo de la actividad o la
opresión demoníaca.
02- Satanás el diablo y sus secuaces, se especializan y disfrutan atando a los
seres humanos.
03- El Señor Jesucristo es el único que puede libertar a los cautivos por el
diablo.
04- La iglesia del Señor tiene el deber y el poder otorgado por Jesús, de
desatar a los oprimidos por el diablo.

Posesión demoniaca y exorcismo

Posesión demoníaca= “Es como se denomina desde el punto de vista
religioso a un tipo de trastorno del comportamiento que se atribuye al
apoderamiento del espíritu del hombre por otro espíritu, generalmente uno o
más demonios , que obra en él como agente interno y unido con él.
Cuando Satanás o cualquier otro demonio ejerce un control interno sobre las
acciones y el cuerpo de una persona, se dice que nos enfrentamos a una
posesión demoníaca y ya desde la práctica del Zoroastrismo en la antigua
Persia se hablaba de la posesión, de hecho, la mayoría de las religiones han
manejado en algún momento la idea de la posesión demoníaca, incluido el
judaísmo, el islamismo y, desde luego, el cristianismo, que por cierto, ha sido
el que más ha manejado y difundido la creencia de los demonios tomando el
control del cuerpo de un humano.
La posesión demoníaca es un proceso gradual que comienza cuando una
persona (generalmente una persona espiritualmente sensible) se involucra
con fuerzas extrañas y poco a poco va perdiendo el control sobre sus
acciones, en este momento la posesión aún es parcial, pero tan pronto como
el poseído quiera expulsar al demonio este se vuelve más agresivo y la
posesión será total, convirtiendo a su víctima en una persona aislada y
agresiva, además de que comienza el insomnio, las pesadillas cuando logra
dormir y los dolores de cabeza intensos. Si llegado este momento, aún no se

ha hecho nada por expulsar al demonio, es capaz de hacer que la persona se
suicide o quede mentalmente dañado de por vida”.
Exorcismo= “Conjuro contra el espíritu maligno, sistema usado por una
gente religioso por medio del cual se expulsa un demonio de una persona
posesa”.
Exorcista= “Persona que posee poderes para echar demonios de los
cuerpos”.

Las características de la posesión demoniaca

La Biblia da varios ejemplos de personas que fueron poseídas o influenciadas
por demonios. De estos relatos, podemos conocer algunos síntomas de
influencia demoníaca, así como adquirir conocimiento de cómo un demonio
posee a alguien. Estos son algunos pasajes bíblicos: Mateo 9:32-33, 12:22,
17:18, Marcos 5:1-20, 7:26-30, Lucas 4:33-36, Lucas 22:3, Hechos 16:16-
18. En algunos de estos pasajes, la posesión demoníaca causaba problemas
físicos, tales como inhabilidad para hablar, síntomas de epilepsia, ceguera, etc.
En otros casos causaba que el individuo actuara con maldad; Judas sería el
mejor ejemplo. En Hechos 16:16-18, un espíritu aparentemente daba a la
joven esclava la habilidad de saber cosas más allá de su propio entendimiento.
En el caso del endemoniado gadareno que estaba poseído por una multitud de
demonios, tenía una fuerza sobrehumana, andaba desnudo y vivía entre los
sepulcros. Dios permitió que el rey Saúl, después de haberse rebelado contra
Él, fuera atormentado por un espíritu maligno o demonio especifico (1°.
Samuel 16:14-15, 18:10-11, 19:9-10) con el efecto aparente de un estado de
ánimo depresivo y un creciente deseo y disposición de matar a David.
Por consiguiente, hay una amplia variedad de posibles síntomas de una
posesión demoníaca, tales como un deterioro físico que no pueda ser atribuido
a la presencia de un problema psicológico –cambios de personalidad tales
como una fuerte depresión o una inusual agresividad, fuerza sobrenatural, una
indiferencia por el pudor o una interacción social “normal”- y quizá la
habilidad de compartir información de la que no hay manera natural de
conocer. Es importante notar que casi todas, si no todas estas características,
pueden tener otras explicaciones, así que es importante no etiquetar a cada
persona deprimida, o individuo epiléptico como poseídos por demonios. Por
otro lado, pienso que en nuestra cultura occidental, probablemente no
tomamos muy en serio la actividad satánica en las vidas de la gente.
Adicionalmente a estas características físicas o emocionales, uno también
puede ver actitudes espirituales que muestran influencia demoníaca. Estas

pueden incluir una resistencia a perdonar (2° Corintios 2:10-11) y la creencia
y propagación de falsa doctrina, especialmente concerniente a Jesucristo y Su
obra redentora (2°. Corintios 11:3-4, 13-15; 1°. Timoteo 4:1-5, 1°. Juan 4:1-
3).
En lo concerniente a la implicación de demonios en las vidas de cristianos, el
apóstol Pedro hace una ilustración del hecho de que un creyente puede ser
INFLUENCIADO por un demonio (Mateo 16:23). Algunos se refieren a
cristianos que están bajo una FUERTE influencia demoníaca como
“endemoniados”, pero no existe ningún ejemplo en la Escritura de un creyente
verdadero en Cristo que haya sido POSEÍDO por un demonio, y casi todos los
teólogos creen que un cristiano NO PUEDE ser poseído (excepto que se
descuide en su vida espiritual) porque tiene al Espíritu Santo morando dentro
de él (2°. Corintios 1:22, 5:5; 1° Corintios 6:19).
La Biblia Vulgata Latina lee; “Y a esta hija de Abraham, a quien, como veis,
de dieciocho años, ¿no será permitido desatar de estas lazos en día sábado?”
La Biblia es enfática en señalar que Satanás el diablo esclaviza, encadena,
subyuga y ata a los hombres de diferentes formas y maneras (Isaías 14:17,
Marcos 5:1-5, Hechos 8:22-23), como alguien dijera; “El diablo es un
demagogo versátil y polifacético. Al psicólogo le dice: “Yo te daré un nuevo
conocimiento y la inteligencia de las cosas”. Al ocultista le promete: “las
llaves de los secretos finales de la creación”. Seduce al beato y al moralista
con una apariencia de integridad prometiéndoles el premio del cielo.
Finalmente se encara con el liberal y le dice: “Yo no soy”; “Yo no existo”. El
diablo es un hábil estratega. Es maestro acabado en toda clase de ataques en
el campo de batalla de la verdad y de la fe. Sabe nublar el frente de
combate”.

la iglesia debe desatar a los que Satanás a atado

La palabra ATAR en el hebreo es ASAR; “aprisionar, amarrar, ceñir, uncir,
ligar” sus formas verbales aparecen más de 70 veces en el antiguo testamento.
En un sentido abstracto se refiere a quienes están atados espiritualmente. En el
griego es DESMENO: “encadenar, dícese de cualquier ligadura, atar una
carga a una persona”, otra palabra es DEO: “atar, ligar, envolver, prender,
apresar, sujetar”. Satanás, a quienes no están bajo el señorío y el poder del
Señor Jesucristo los aprisiona, los amarra, los liga, los encadena, les pone
cargas, los envuelve, los prende, los apresa, los sujeta etc. El nuevo testamento
se refiere frecuentemente a que los seres humanos sufren por la opresión y la
influencia de Satanás, estos espíritus inmundos tienen inteligencia,

personalidad y poder, y están al servicio del reino de las tinieblas (Mateo
12:43-45, Lucas 4:41, Hechos 16:18).
El único poder que puede desatar a los presos del diablo, es sin lugar dudas, el
genuino poder de Jesucristo, él en su ministerio terrenal con frecuencia mostró
ese poder sobrenatural y divino sobre los demonios (Marcos 1:26, Marcos
3:10-11, Lucas 13:16) uno de los grandes propósitos de Cristo al venir a la
tierra fue atar a Satanás y liberar a los que él tenía esclavizados, el Señor vino
para liberar a los cautivos y deshacer las obras del diablo; “Cómo Dios ungió
con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios
estaba con él” Hechos 10:38 (Isaías 61:1, 1ª. Juan 3:8, Colosenses 2:14-16).
Los creyentes auténticos, nacidos de nuevo, tenemos poder para expulsar
demonios (Colosenses 1:13, Efesios 2:2, Juan 8:32). El diablo reconoce a
quienes son verdaderos hijos de Dios; “Pero respondiendo el espíritu malo,
dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”
Hechos 19:15. Para ello, debemos vivir una vida de pureza y santidad
(Hechos 12:14, 2°. Corintios 7:1, 1°. Tesalonicenses 5:23) Dios nos ha dado
poder y autoridad espiritual para vencer al diablo y echar fuera los demonios
(poder Exousia) tal como dice la escritura; “He aquí os doy potestad de hollar
serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os
dañará” Lucas 10:19-20, (Hechos 26:28, Marcos 16:17, Marcos 3:27,
Hechos 1:8).

Palabras finales

Jesús hará esta gloriosa y sobrenatural obra solo a través de su iglesia, de su
pueblo y de sus hijos (Lucas 10:19, Hechos 1:8, Hechos 8:7, Marcos 15:17,
Hechos 4:31-33, Hechos 19:11). Debemos estar conscientes del poder
glorioso que Dios nos ha entregado para contrarrestar el poder diabólico, y dar
libertad los cautivos. Así que arrebatémosle sus posesiones a Satanás (Lucas
11:22, Hechos 26:18). Así que es nuestro deber hacerlo, por lo tanto
¡hermanos desatemos a los que Satanás ha atado!
Como dice la Biblia de estudio pentecostal en su página 1380; “Cristo ha
prometido que su autoridad, poder y presencia acompañarán a su pueblo en
la batalla que libren contra el reino de Satanás. Se tiene que librar a las
personas de su cautiverio mediante la predicación, la vida de justicia (Mateo
6:33, Romanos 6:13, Romanos 14:17) y la realización de señales y milagros
por el poder del Espíritu Santo”.

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