“HERMANO, RECOGE Y NO DESPARRAMES”
“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,
desparrama” Mateo 12:30.
“El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en
realidad, trabaja en mi contra” Nueva Traducción Viviente.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
Cuando Jesús echa fuera un demonio de un hombre que estaba ciego y mudo,
se produjo un impacto en las persomas que vieron esta potente obra
liberadora, esta poderosa obra trajo alegría e impacto en la gente, pero no en
los líderes religiosos envidiosos y escépticos, los que acusaron al Señor de
echar fuera demonios por el poder de Satanás. Jesús fue claro en señalar que
un reino, casa o estado divido contra sí mismo se destruye tarde o temprano.
El condena esta actitud y la llama “blasfemia contra el Espíritu Santo” de
parte de los fariseos que estaban acusando de demoniaca la obra del Espíritu
del Señor, este pecado que jamás será perdonado ni ahora ni en el futuro, es el
rechazo continuo y totalmente deliberado del testimonio del Espíritu Santo
respecto a la obra gloriosa de Cristo en la vida de la gente, culmina su
enseñanza diciendo; “ Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los
demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” Mateo 12:28.
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,
desparrama.
Sabemos que existen pecados activos y pasivos, es decir los pecados de acción
y los de omisión. La mayoría de la gente que pretende ser buena porque “no
le hace mal a nadie”, tampoco le hace mucho bien a alguien. Mucho ¡Cuidado
amado hermano con los pecados de omisión! Sino recogemos simplemente
estamos desparramando o tirando al piso la gran bendición de Dios.
Resumimos la enseñanza de Jesús con esta frase que indica la radicalidad del
evangelio, o somos o no somos, no hay medias tintas, no hay términos medios;
o frios o calientes, o salvos o perdidos, o creyentes o incrédulos, o hijos de
Dios o hijos del diablo, o al cielo o al infierno. Si estamos con Jesús debemos
estarlo siempre, a pesar de todo, y en todo momento. No podemos “jugar a dos
puntas”. Por eso dice “el que no es conmigo contra mi es”, es decir es
enemigo del Señor.
Recoger= del griego AIRO “tomar, asir, levantar, no dejar que se pierda” y
LAMBANO “pescar, agarrar con fuerza, escoger, evitar una pérdida”.
Desparramar= del griego SKORPIZO “esparcir, cortar aparte, de skorpio,
tirar sin responsabilidad, dispersa”.
Muchas veces como creyentes lisa y llanamente no recogemos o tomatos la
bendición, sino que la desparramamos, la tiramos por la borda, somos
indiferentes a ella. ¿Como es esto? cuando rechazamos la palabra, cuando
menosprecimaos la bendición, cuando la recibimos sin fe, cuando somos
insensibles en la obra, cuando no usamos nuestros dones, y los enterramos
(Jeremías 48:10, Mateo 25:14-18, Santiago 1:21, Hebreos 4:2, 12:17). Sin
embargo con que facilidad y rapidez recogemos lo malo, los chismes, las
carnalidades, las malas sospechas, las odiosidades, las pecaminosidades y la
basura (Deuteronomio 13:3-15, Levitco 19:16, Proverbios 6:19, Efesios
4:31, 1ª. Timoteo 6:4)
Palabras finales
Ser de Cristo no es solo creer en El, profesar la fe protestante y asistir con
regularidad a los cultos de la iglesia, sino que es trabajar para El y servirle de
todo corazón, pero además es desechar abierta y tajamente todo lo que no
ayuda en esta relación, todo lo que es tóxico, y desechable, ya que el que no
esta con El, trabaja en su contra. ¡Amados hermanos, recogamos y no
desparramemos¡
